
Cambios en la Cadena de supervivencia
Revisión de la cadena de supervivencia del ERC en las Guías 2025 para incorporar los avances más recientes en resucitación, prevención de la parada cardíaca y recuperación a largo plazo.
Aunque se conserva la estructura de cuatro anillas y la simplicidad del diseño original, el ERC ha introducido modificaciones relevantes que responden a la realidad tecnológica y operativa actual.
1 – Reconocimiento precoz y petición de ayuda
Uno de los cambios más significativos afecta al primer eslabón. Tradicionalmente, incluye el reconocimiento precoz de la víctima -valorando conciencia y respiración- y la activación del sistema de emergencias.
Las nuevas directrices establecen que, al aproximarse de forma segura a la víctima y verificar que no existe peligro, debe comprobarse previamente el estado de la víctima y si está inconsciente, llamar inmediatamente a los Servicios de Emergencias.
Este cambio se fundamenta en que, hoy en día, la mayoría de las personas llevan un teléfono móvil y pueden activar el 112 rápidamente, utilizando el altavoz para recibir instrucciones sin abandonar a la víctima en ningún momento.
La verificación de la respuesta y la respiración se hará guiada por el operador, garantizando que la activación temprana de los recursos de emergencia no se entristezca.

2 – RCP y desfibrilación precoces
El segundo eslabón combina ahora la RCP precoz y la desfibrilación como una intervención única orientada a reiniciar el corazón y preservar la función cerebral y cardíaca.
3 – Cuidados avanzados y postresucitación
El tercer eslabón integra el soporte vital avanzado y las curas postresucitación, con el objetivo de optimizar la función cardíaca y cerebral.
4 – Supervivencia y recuperación
Finalmente, el cuarto eslabón ha sido rediseñado para poner el foco en la recuperación integral del superviviente, destacando la importancia de la rehabilitación y de la calidad de vida después de una parada cardíaca.

